viernes, septiembre 29, 2006

Encuentros con el "Mas Allá" y algunos errores de percepción Parte II

PARANOIA- Con frecuencia se utiliza de manera informal el término paranoia con varias acepciones diferentes y no siempre coincidentes. Cuando se dice "estoy cogiendo una paranoia" se puede estar queriendo expresar cosas distintas: "estoy cogiendo un enfado, una manía,... o simplemente un miedo ante un examen". De la misma manera cuando se acusa a otro, en un tono unas veces irónico y otras irritado: "¡eres un paranoico!" se puede estar queriendo decir cosas distintas sobre esa persona. Desde llamarle desconfiado hasta obsesivo, podemos querer decir que es avaro, receloso, precavido o simplemente insinuamos que tiene mal carácter y nos "cae" mal. El sentido, por tanto, que muchas veces damos a la palabra paranoia va a depender de nuestra particular interpretación del término y de la situación en la que nos encontremos en ese momento, inclusive de nuestro estado de ánimo. Sin embargo la paranoia tiene un significado muy concreto en Psiquiatría, que no siempre coincide con el nuestro.
Vamos a intentar acercarnos un poco a este concepto médico de paranoia y a diferenciar el manejo informal o popular que hacemos del término, y que podemos seguir haciendo, de lo que es una verdadera enfermedad mental que, sin ser de las mas frecuentes, tiene una incidencia poblacional significativa.

¿Qué es en realidad la paranoia? definición: En la Clasificación Internacional de Enfermedades, en su apartado psiquiátrico, se sitúa la Paranoia entre los llamados Trastornos de ideas delirantes. Son trastornos psicóticos, esto es, enfermedades parecidas a la Esquizofrenia pero diferentes de ella, en las que se produce un quiebro de la realidad y el enfermo crea una nueva dentro de su mente.
La Paranoia y los demás Trastornos de ideas delirantes, como su propio nombre indica, se caracterizan principalmente por la presencia de delirio o ideas delirantes, que pueden definirse como falsas creencias de diferentes temáticas o contenidos (existen delirios de perjuicio, de grandeza, de enfermedad, de seducción, de ruina... y de muchos mas temas) que se basan en una incorrecta valoración de la realidad exterior. Es característico que las creencias delirantes se mantengan firmes y no sea posible rebatirlas con una argumentación lógica, por ejemplo el caso de un delirio de filiación, en el que la persona delirante esta convencida de ser hija del rey de Marruecos, por ejemplo, a pesar de toda clarísima evidencia en contra o en una megalomanía o delirio de grandeza autoproclamarse, con certeza rotunda, elegido de Dios y capaz de prodigios extraordinarios. Estas ideas, evidentemente, no son compartidas por el medio sociocultural de la persona que las presenta, ni se explican por creencias religiosas. Algunas veces se trata de una idea única y otras de complejísimos entramados delirantes.
En el caso concreto de la Paranoia la temática del delirio es el perjuicio. Suele ser un delirio bien estructurado en el sentido de que el sujeto que lo padece se siente victima de las acciones de una persona o de varias personas o de una institución, cree que actúan en su contra con ánimo de perjudicarlo, con un entramado argumental comprensible, pero no real, con el que intenta justificar su delirio. Es el caso, por ejemplo, de un trabajador que a raíz de un comentario inocente entre dos compañeros de oficina, que interpreta de forma errónea, empieza progresivamente a recelar, a sentirse perseguido por la empresa las 24 horas al día, culpándolo, según cree, de algo que no ha hecho. El paciente paranoico siente que hay cámaras y micrófonos para vigilarle, aunque no los ve y puede incluir en su delirio a vecinos e incluso desconfiar de sus propios familiares, en una enorme confabulación que a todas luces es errónea y patológica, pero que altera toda su forma de vida previa, pudiendo llegar a presentar claras alteraciones de conducta y agresividad.
El paciente esta totalmente seguro de la certeza de sus creencias y no se le puede convencer de su error mediante el razonamiento lógico. Esta es la base de todo trastorno delirante.

¿Por qué se vuelve una persona paranoica? ¿Cuáles son sus causas?. La desconfianza, mas o menos exagerada, un cierto rasgo paranoide, es una característica de personalidad y tiene una graduación entre lo normal y lo patológico. Así la desconfianza en si misma solo refleja una actitud y no es una enfermedad. En realidad todos tenemos ciertos rasgos paranoides que nos pueden proteger frente al medio en situaciones de riesgo, sin mermar nuestra cordura.
Pero una acentuación de estos rasgos paranoides de personalidad, la desconfianza por sistema suele encontrarse en los afectados de Paranoia y no es raro descubrir en estos sujetos antecedentes de suspicacia fácil, creencias exageradas de las posibilidades agresivas del prójimo, vivencias de hostilidad con respecto al entorno y resentimiento. Son frecuentes también la rigidez y el autoritarismo, como rasgos de carácter previo, con mala tolerancia a que se les lleve la contraria y dificultades para la autocrítica.
Las escuelas psicoanalíticas han entendido los síntomas paranoides como un intento adaptativo para suplir determinadas carencias (los temas paranoides, centrados en el perjuicio, el daño y la persecución son las manifestaciones psicopatológicas mas arcaicas, mas antiguas, en nuestra evolución cono seres humanos y por eso mas regresivas que las que aparecen en la neurosis y en la depresión) con que el paciente se protege frente a una depresión y es frecuente que aumenten las ideas paranoides al tiempo que disminuye la sintomatología depresiva y viceversa.
La paranoia suele presentarse en el adulto mayor y es mas frecuente en los ancianos. Lo favorece el aislamiento por lo que tienen más riesgo aquellos ancianos que viven solo, sobre todo si son mujeres. Son característicos los delirios de sordos, sordomudos y ciegos, por lo que la deprivación sensorial se considera un factor de riesgo. Al no ver ni oír bien, malinterpretan lo que perciben de forma deficiente y pueden llegar a construir explicaciones delirantes. Cualquier cuadro mas o menos crónico o prolongado o cualquier situación de agotamiento psíquico, enfermedad física, e incluso el propio envejecimiento favorecen la presentación de síntomas.

ESQUIZOFRENIA- La esquizofrenia es un conjunto de signos y síntomas, que implican la alteración de un abanico muy amplio de funciones: la percepción, el pensamiento, el lenguaje y la comunicación, la organización comportamental, la afectividad, la capacidad para experimentar placer, la voluntad y motivación, y la atención.
La esquizofrenia no es tener doble personalidad, ni es ser deficiente mental ni ser demasiado inteligente, ni es sinónimo de agresividad.
¿Qué lo produce? No se conocen con certeza las causas de la esquizofrenia. Se han encontrado muchas posibles causas, pero ninguna necesaria ni suficiente para desarrollar la enfermedad. Todos los hallazgos encontrados en décadas de investigación se han intentado integrar en un único modelo que pueda explicar de la mejor manera posible qué produce esta enfermedad. Este modelo afirma que las personas tenemos un grado de vulnerabilidad a padecer una crisis psicótica, y que éste vendría determinado por muchos factores (variables genéticas, biológicas y sucesos vitales infantiles). Las situaciones de estrés actuales serían las que desencadenarían las crisis. A mayor nivel de vulnerabilidad se necesita menor nivel de estrés para desarrollar una crisis psicótica, y a menor nivel de vulnerabilidad se requiere un nivel de estrés mucho más fuerte.
El inicio de la enfermedad es muy variable: puede ser agudo (de forma brusca) o insidioso (lentamente). Puede ser a una edad temprana o tardía, pero en general, suele situarse en torno a la segunda década de la vida en el caso de los hombres y de la tercera en las mujeres.

¿Cómo saber que se trata de esquizofrenia? No existe un síntoma cuya existencia sea suficiente para emitir un diagnóstico de esquizofrenia. Lo que va a permitir establecerlo será un conjunto de manifestaciones clínicas (citadas anteriormente) junto a la presencia de un deterioro laboral o social.
Tampoco existe ningún hallazgo de laboratorio que sirva para el diagnóstico, por lo que será un seguimiento sostenido por un psiquiatra el que pueda evaluar adecuadamente al paciente, descartar otras opciones posibles y finalmente proporcionar un diagnóstico.

¿Cómo se manifiesta? Con mucha frecuencia, la aparición de síntomas claros va precedida durante varios años de alteraciones comportamentales que sólo con el tiempo pueden entenderse en su pleno sentido. Las formas de comienzo insidioso (que se desarrollan lentamente) se reconocen de forma difícil, e incluso los familiares que más directamente conviven con el enfermo no se dan cuenta hasta que la enfermedad está más avanzada. Poco a poco se va desarrollando lo que se llama la fase activa, en la que se desarrollan principalmente los "síntomas positivos".
-Delirios (o trastornos del pensamiento): son creencias erróneas que habitualmente implican una mala interpretación de las percepciones o las experiencias. Los demás no comparten estas creencias y las consideran falsas y fuera de la realidad. El contenido de estas creencias es variado, pero suelen darse las de tipo persecutorio (la persona cree que está siendo molestada, seguida, espiada o ridiculizada) y de autorreferencia (cree que ciertos gestos, comentarios, canciones u otros elementos del entorno están especialmente dirigidos a ella)
-Alucinaciones: consiste en oír o ver cosas que los demás ni oyen ni ven.
-Trastornos del lenguaje: es una errónea construcción del lenguaje que a menudo lo hace ininteligible o absolutamente ilógicos, o es un lenguaje inventado.
-Trastornos de la conducta: pueden comprender desde tonterías infantiloides hasta la agitación impredecible. A veces son conductas extrañas, ilógicas o incomprensibles, o maniáticas (recoger basuras, comer sólo yogures...). El enfermo puede presentarse exageradamente despeinado, vestir de una forma poco corriente (p. ej., llevando varios abrigos, bufandas y guantes en un día caluroso) o presentar un comportamiento sexual claramente inapropiado (p. ej., masturbarse en público), o una agitación inmotivada (p. ej., gritar o insultar).
-Trastornos de la afectividad: se trata de una superficialidad afectiva, de dificultad por tener un contacto emocional con los demás, se les ve fríos y alejados.
Tras superarse esta fase, puede aparecer una fase de recuperación total o de manera más común aparece un deterioro. En esta fase suelen darse los llamados síntomas negativos, que son síntomas de la enfermedad que se mantienen aun cuando no hay crisis y que se pueden confundir con actitudes vitales (p.ej. pueden parecer vagos o que no se preocupan por su futuro), lo cual hace más difícil la vida del enfermo y su familia:
-Aislamiento y retraimiento.
-Lenguaje pobre: se manifiesta por las réplicas breves y vacías de contenido; descenso de la fluidez y la productividad del habla.
-Apatía: el enfermo se encuentra falto de intereses, de ganas, todo le da igual, no hay nada que le llame la atención.
-Abulia: experimenta una gran falta de voluntad, no tiene energía para cumplir con sus obligaciones incluso aunque le interese.
-Anhedonia: incapacidad para sentir placer, para disfrutar de las cosas, nada llega a gustarle y nada le produce satisfacción.
-Inhibición: se le observa una gran rigidez del cuerpo, poca expresividad corporal y dificultades de movimientos.
Cuando el comienzo es brusco, la persona presenta sintomatología de lo que hemos llamado la fase activa (delirios y alucinaciones, principalmente), lo cual resulta más llamativo y suele alertar rápidamente a aquellos que le conocen. Sin embargo, no todo comportamiento inusual es señal de la existencia de un trastorno psicótico, ni todo trastorno psicótico es señal de esquizofrenia. Por ejemplo, los síntomas psicóticos pueden ser producidos por drogas (síntomas que desaparecen si se abandona el consumo) o por una enfermedad médica no psiquiátrica.

¿Existen grados de gravedad en la esquizofrenia? Obviamente, las personas con esquizofrenia no son todas iguales: varían los síntomas, varía la gravedad y varía el pronóstico. El curso (la evolución de la enfermedad) puede ser con exaltaciones y remisiones, o desarrollarse de forma crónica (es decir, no estar libre de síntomas prácticamente en ningún momento).
Aunque en la gran mayoría de los casos se produce un deterioro (que también varía de unos a otros, pero suele ser cada vez mayor después de cada crisis) se ha señalado un grupo de factores que están asociados con un mejor pronóstico: estos incluyen el buen funcionamiento antes de la aparición de la enfermedad, el inicio brusco, una edad más avanzada de inicio, sexo femenino, acontecimientos estresantes que hayan precipitado la aparición de los síntomas, alteraciones del estado de ánimo asociadas, duración breve de los síntomas de la fase activa, buen funcionamiento entre las crisis, historia familiar de trastorno del estado de ánimo y no tener historia familiar de esquizofrenia.

SUGESTIÓN- Por sugestión se entiende en el lenguaje corriente como una excitación, el acto de obligar a alguno a que admita o ejecute alguna cosa. Así mismo significa la maniobra que tenga por objeto introducir una idea en el cerebro. Las órdenes dadas por el “experimentador” al “sujeto” toman el nombre de Sugestiones.

LA SUGESTIBILIDAD- Se define como la aptitud para sufrir la impregnación de las ideas sugeridas, esto ha parecido durante largo tiempo una característica exclusiva de la hipnosis, así como el conjunto de fenómenos reflejos por los cuales toda sugestión engendra una reacción conforme a su objetivo. Vamos a ver bien pronto que no es así y que la hipótesis pone en evidencia, exagerándola, una aptitud normal del espíritu humano.

Con esto terminamos esta lista y el presente artículo, esperamos haber contribuido a que el amable lector haya tenido una visión integral del problema de la percepción y por consiguiente el panorama de las afecciones mentales que puedan inducir a estos errores.

Por nuestra parte, nos quedaremos con ese pequeño porcentaje que no pertenece a una u otra categoría, y que al parecer queda sin explicación. El trabajo apenas comienza para nosotros.

Referencias:
LECTURAS
“Autosugestión y Sugestión”
Paul C. Jagot
Anaya Editores S.A.
WEB
SALUDALIA
http://www.saludalia.com/
PSICOACTIVA
http://www.psicoactiva.com/index.html
http://www.psicoactiva.com/glosario.htm

2 comentarios:

Belduque dijo...

Hola Garrison!
Felicidades por su nuevo espacio en la red! Les deseo lo mejor, y que sus investigaciones sean cada vez mejores!
Atte:
Belduque.

Unknown dijo...

Gracias Belduque, agradezco los buenos comentarios con los que siempre nos hemos visto favorecidos.

Te envío un fraternal Abrazo!

Garrison